lunes, 31 de enero de 2011

Palabra de Dios del Lunes 31 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 4ta. Semana del Salterio
Color: Blanco
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Hebreos 11, 32-40
    "Por la fe nuestros antepasados conquistaron reinos, y Dios dispone para nosotros algo mejor"
    Hermanos: ¿Qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Baruc, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, que por la fe sometieron reinos, administraron justicia, consiguieron las promesas, cerraron la boca de los leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon al filo de la espada, superaron la enfermedad, fueron valientes en la guerra, hicieron huir ejércitos enemigos, y hasta hubo mujeres que recobraron resucitados a sus difuntos.
    Unos perecieron bajo las torturas, rechazando la libertad con la esperanza de una resurrección mejor; otros soportaron burlas y azotes, cadenas y prisiones; fueron apedreados, torturados, aserrados, pasados a cuchillo; llevaron una vida errante, cubiertos de pieles de ovejas y cabras, desprovistos de todo, perseguidos, maltratados.
    Aquellos hombres, de los que el mundo no era digno, andaban errantes por los desiertos, por las montañas, por las cuevas y cavernas de la tierra.
    Y sin embargo, todos ellos, tan acreditados por su fe, no obtuvieron la promesa, porque Dios, con una providencia más misericordiosa para con nosotros, no quiso que llegaran sin nosotros a la perfección final.
  • Salmo Responsorial: 30
    "Quien confía en el Señor, no desespere."
    ¡Qué grande es tu bondad, Señor! Tú la reservas para los que te respetan, y la ejerces en presencia de todos los que se refugian en ti.
    R. Quien confía en el Señor, no desespere.

    Al amparo de tu presencia, los ocultas de las intrigas de los hombres; bajo la tienda los proteges de las lenguas murmuradoras.
    R. Quien confía en el Señor, no desespere.

    Bendito sea el Señor, que me mostró su amor en el momento de peligro.
    R. Quien confía en el Señor, no desespere.

    Yo decía consternado: «Me has echado de tu presencia». Pero tú escuchabas mi voz suplicante cuando te invocaba.
    R. Quién confía en el Señor, no desespere.

    Amen al Señor todos sus fieles, pues el Señor protege a sus leales, pero castiga sin compasión al orgulloso.
    R. Quién confía en el Señor, no desespere.
  • Evangelio: Marcos 5, 1-20
    "Espíritu inmundo, sal de este hombre"
    En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del lago, a la región de los gerasenos. En cuanto desembarcó Jesús, le salió al encuentro de entre los sepulcros un hombre poseído por un espíritu impuro. Vivía entre los sepulcros y nadie podía sujetarlo ni siquiera con cadenas. Muchas veces lo habían sujetado con argollas y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado las argollas. Nadie podía dominarlo.
    Continuamente, día y noche, andaba entre los sepulcros y por la montaña, dando gritos e hiriéndose con piedras.
    Al ver a Jesús desde lejos, vino corriendo y se postró ante él, gritando con todas sus fuerzas:
    «¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes».
    Es que Jesús le estaba diciendo:
    «Espíritu impuro, sal de este hombre».
    Entonces le preguntó:
    «¿Cómo te llamas?»
    Le respondió:
    «Legión es mi nombre, porque somos muchos».
    Y le rogaba insistentemente que no los echara de la región.
    Había allí cerca una gran cantidad de cerdos, que estaban buscando alimento al pie de la montaña, y los demonios rogaron a Jesús:
    «Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos».
    Les permitió Jesús y los espíritus impuros salieron para entrar en los cerdos, que se lanzaron al lago desde lo alto del barranco, y los cerdos, que eran unos dos mil, se ahogaron en el lago.
    Los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron tanto en la ciudad como en los alrededores. La gente fue a ver lo que había sucedido. Llegaron donde estaba Jesús y, al ver que el endemoniado que había tenido la legión estaba sentado, vestido y en su sano juicio, se llenaron de temor. Los testigos les contaron lo ocurrido con el endemoniado y con los cerdos. Entonces comenzaron a suplicarle que se alejara de su territorio.
    Al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía que lo dejara ir con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo:
    «Vete a tu casa con los tuyos, y cuéntales todo lo que el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido compasión de ti».
    El se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; y todos se
    quedaban maravillados.

domingo, 30 de enero de 2011

Palabra de Dios del Domingo 30 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 4ta. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Sofonías 2, 3; 3, 12-13
    "Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde"
    Busquen al Señor los humildes, los que cumplen sus mandamientos; busquen la justicia, busquen la humildad; quizá puedan ocultarse el día de la ira del Señor.
    Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor. El resto de Israel no cometerá maldades, ni dirá mentiras, ni hablará con falsedad; se alimentarán y reposarán sin que nadie los inquiete.
  • Salmo Responsorial: 145
    "Dichosos los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos."
    El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo.
    R. Dichosos los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.

    Abre el Señor lo ojos a los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor el hombre justo y toma al forastero a su cuidado.
    R. Dichosos los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.

    A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu dios, oh Sión, reina por lo siglos.
    R. Dichosos los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
  • Segunda Lectura: I Corintios 1, 26-31
    "Dios ha escogido a los débiles del mundo"
    Hermanos: Fíjense en su comunidad, pues no hay entre ustedes muchos sabios según el criterio humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, Dios ha elegido lo que el mundo considera necio para humillar a los sabios; ha escogido lo que el mundo considera débil para confundir a los fuertes. Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no es nada a los ojos del mundo para aniquilar a quienes creen que son algo, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.
    A él deben ustedes su existencia cristiana, ya que Cristo fue hecho por Dios para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así como dice la Escritura, “el que se gloríe, que se gloríe en el Señor”.
  • Evangelio: Mateo 5, 1-12a
    "La auténtica felicidad"
    En aquel tiempo, al ver tanta gente, Jesús subió a la montaña, se sentó, y se le acercaron sus discípulos. Entonces comenzó a enseñarles con estas palabras:
    «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
    Dichosos los afligidos, porque Dios los consolará.
    Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
    Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque Dios los saciará.
    Dichosos los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos.
    Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
    Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará sus hijos.
    Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
    Dichosos ustedes cuando los insulten, y los persigan, y los calumnien de cualquier modo por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos».

sábado, 29 de enero de 2011

Palabra de Dios del Sábado 29 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 3ra. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Hebreos 11, 1-2.8-19
    "Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios"
    Hermanos: La fe es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve. Por ella obtuvieron nuestros antepasados la aprobación de Dios. Por la fe, Abrahán, obediente a la llamada divina, salió hacia una tierra que iba a recibir en posesión, y salió sin saber a dónde iba.
    Por la fe vivió como extranjero en la tierra que se le había prometido, habitando en tiendas; y lo mismo hicieron Isaac y Jacob, herederos como él de la misma promesa. Vivió así porque esperaba una ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
    Por la fe, a pesar de que Sara era estéril y de que él mismo ya no tenía la edad apropiada, recibió fuerza para fundar una descendencia, porque confió en quien se lo había prometido. Por eso, de un solo hombre, sin vigor ya para engendrar, salió una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena de la orilla del mar.
    Todos estos murieron sin haber conseguido la realización de las promesas, pero a la luz de la fe las vieron y saludaron de lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Los que así hablan ponen de manifiesto que buscan una patria.
    Indudablemente, si la patria que añoraban era aquella de donde habían salido, oportunidad tenían de regresar a ella. Pero a lo que aspiraban era a una patria mejor, la del cielo. Por eso Dios no se avergüenza de que le llamen su Dios, porque les preparó una ciudad.
    Por la fe, Abrahán, sometido a prueba, estuvo dispuesto a sacrificar a Isaac; y era su hijo único a quien inmolaba el que había recibido las promesas, aquel a quien se había dicho: De Isaac te nacerá una descendencia.
    Pensaba Abrahán que Dios era capaz de resucitar a los muertos. Por eso el recobrar a su hijo fue para él como un símbolo.
  • Interleccional: Lucas 1
    Bendito sea el Señor, que ha visitado a su pueblo.

    Nos ha suscitado una fuerza salvadora en la familia de David, su siervo: como lo había prometido desde antiguo por medio de sus santos profetas.
    R. Bendito sea el Señor, que ha visitado a su pueblo.

    Para salvarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos odian. De este modo mostró el Señor su misericordia a nuestros antepasados y se acordó de su santa alianza.
    R. Bendito sea el Señor, que ha visitado a su pueblo.

    Del juramento que hizo a nuestro antepasado Abrahán, para concedernos que, libres de nuestros enemigos, podamos servirlo sin temor, con santidad y justicia en su presencia toda nuestra vida.
    R. Bendito sea el Señor, que ha visitado a su pueblo.
  • Evangelio: Marcos 4, 35-41
    "¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!"
    Aquel día, al caer la tarde, Jesús dijo a sus discípulos:
    «Pasemos a la otra orilla».
    Ellos dejaron a la gente y lo llevaron en la barca, tal como estaba. Otras barcas lo acompañaban. Se levantó entonces una fuerte tempestad y las olas entraban en la barca, de manera que la barca estaba ya hundiéndose.
    Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre un cojín; y lo despertaron, diciéndole:
    «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
    El se levantó, ordenó calmarse al viento y dijo al lago:
    «¡Cállate! ¡Enmudece!»
    El viento amainó y sobrevino una gran calma.
    Y a ellos les dijo:
    «¿Por qué son tan cobardes? ¿Todavía no tienen fe?»
    Ellos se llenaron de un gran temor y se decían unos a otros:
    «¿Quién es éste, que hasta el viento y el lago lo obedecen?»

viernes, 28 de enero de 2011

Palabra de Dios del Viernes 28 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 3ra. Semana del Salterio
Color: Blanco
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Hebreos 10, 32-39
    "Han soportado grandes luchas. No pierdan, pues, la confianza"
    Hermanos: Recuerden aquellos primeros días en que, recién iluminados por el bautismo, soportaron duros y dolorosos combates. Unas veces fueron expuestos públicamente a insultos y tormentos; otras, compartiendo los sufrimientos de los hermanos que eran maltratados. Pues se compadecieron de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que están en posesión de otros bienes mejores y perdurables.
    Por lo tanto, no pierdan la confianza, pues la recompensa es grande. Lo que ahora necesitan es la perseverancia, para cumplir la voluntad de Dios alcanzar lo prometido.
    Atiendan a lo que dice la Escritura: “Pronto, muy pronto, el que ha de venir vendrá sin retraso; y mi justo vivirá por la fe, pero si desconfía, dejará de agradarme”. Pero nosotros no somos de los que retroceden para su perdición, sino hombres de fe destinados a salvarnos.
  • Salmo Responsorial: 36
    "La salvación del justo es el Señor."
    Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás tranquilo en esta tierra. Busca en él tu alegría y te dará el Señor cuanto deseas.
    R. La salvación del justo es el Señor.

    Pon tu vida en las manos del Señor, en él confía, y hará que tu virtud y tus derechos brillen igual que el sol de mediodía.
    R. La salvación del justo es el Señor.

    Porque aprueba el camino de los justos, asegura el Señor todos sus pasos; no quedarán por tierra cuando caigan, porque el Señor los tiene de su mano.
    R. La salvación del justo es el Señor.

    La salvación del justo es el Señor; en la tribulación él es su amparo. A quien en él confía, Dios lo salva de los hombres malvados.
    R. La salvación del justo es el Señor.
  • Evangelio: Marcos 4, 26-34
    "El sembrador echa la simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo"
    En aquel tiempo decía Jesús a las muchedumbres:
    «Sucede con el reino de Dios lo mismo que con el grano que un hombre echa en la tierra. No importa que él esté dormido o despierto, que sea de noche o de día. El grano germina y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da fruto por sí misma; primero un tallo, luego la espiga, después el trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto está a punto, en seguida se corta con la guadaña, porque ha llegado la cosecha».
    Proseguía diciendo:
    «¿Con qué comparemos el reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Sucede con él lo que con un grano de mostaza. Cuando se siembra en la tierra es la más pequeña de todas las semillas. Pero, una vez sembrada, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».
    Con muchas parábolas como éstas Jesús les anunciaba el mensaje, adaptándose a su capacidad de entender. No les decía nada sin parábolas. A sus propios discípulos, sin embargo, les explicaba todo en privado.

jueves, 27 de enero de 2011

Palabra de Dios del Jueves 27 de Enero de 2011

Liturgia de las Horas: 3ra. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Hebreos 10, 19-25
    "Mantengamos firme, con la plenitud de la fe, la profesión de nuestra esperanza, estimulándonos mutuamente al ejercicio de la caridad"
    Hermanos: En virtud de la sangre de Jesucristo, tenemos la seguridad de poder entrar en el santuario; porque él nos abrió un camino nuevo y viviente a través del velo, que es su propio cuerpo. Asimismo, en Cristo, tenemos un sacerdote incomparable al frente de la casa de Dios.
    Acerquémonos pues, con sinceridad de corazón, con una fe total, limpia la conciencia de toda mancha y purificado el cuerpo por el agua saludable. Mantengámonos inconmovibles en la profesión de nuestra esperanza, porque el que nos hizo las promesas es fiel a su Palabra; estimulémonos mutuamente con el ejemplo al ejercicio de la caridad y las buenas obras.
    No abandonemos la costumbre de asistir a nuestras asambleas, como algunos acostumbran, sino animémonos los unos a los otros, tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.
  • Salmo Responsorial: 23
    "Busquemos a Dios, nuestro Señor."
    Del Señor es la tierra y lo que ella tiene; el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares; él fue quien lo asentó sobre los ríos.
    R. Busquemos a Dios, nuestro Señor

    ¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.
    R. Busquemos a Dios, nuestro Señor.

    Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.
    R. Busquemos a Dios, nuestro Señor.
  • Evangelio: Marcos 4, 21-25
    "La misma medida que utilicen para tratar a los demás, se usará para tratarlos a ustedes"
    En aquel tiempo dijo Jesús a la multitud:
    «¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga».
    Siguió hablándoles y les dijo:
    «Pongan atención a lo que están oyendo: La misma medida que utilicen para tratar a los demás, ésa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará».

miércoles, 26 de enero de 2011

Palabra de Dios del Miércoles 26 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 3ra. Semana del Salterio
Color: Blanco
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: II Timoteo 1,1-8
    "Refrescando la memoria de tu fe sincera"
    Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, llamado a anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido; te deseo la gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con pura conciencia, como mis antepasados, porque tengo siempre tu nombre en mis labios cuando rezo, de noche y de día. Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría, refrescando la memoria de tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y que estoy seguro que tienes también tú. Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios.
  • Salmo Responsorial: 95
    "Contad las maravillas del Señor a todas las naciones."
    Cantad al Señor un cántico nuevo,
    cantad al Señor, toda la tierra;
    cantad al Señor, bendecid su nombre. R.
    Proclamad día tras día su victoria.
    Contad a los pueblos su gloria,
    sus maravillas a todas las naciones. R.
    Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
    aclamad la gloria y el poder del Señor,
    aclamad la gloria del nombre del Señor. R.
    Decid a los pueblos: "El Señor es rey,
    él afianzó el orbe, y no se moverá;
    él gobierna a los pueblos rectamente." R.
  • Evangelio: Lucas 10,1-9
    "La mies es abundante y los obreros pocos"
    En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Miras que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, por que el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed los que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios.""

martes, 25 de enero de 2011

Palabra de Dios del Martes 25 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: Propio del Salterio
Color: Blanco
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Hechos 22, 3-16
    "Levántate, recibe el bautismo que por la invocación del nombre de Jesús lavará tus pecados"
    En aquellos días, Pablo dijo al pueblo:
    «Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me eduqué en esta ciudad. Mi maestro fue Gamaliel; él me instruyó en la fiel observancia de la ley de nuestros antepasados; siempre he defendido con pasión las cosas de Dios, como ustedes hoy.
    Yo perseguí a muerte el camino cristiano, encadenando y encarcelando a hombres y mujeres.
    Y de ello pueden dar testimonio el sumo sacerdote y todos los miembros del Consejo. Después de recibir de ellos mismos cartas de presentación para los hermanos, me dirigía a Damasco, con ánimo de traer encadenados a Jerusalén a los creyentes que allí hubiera, para que fueran castigados.
    Iba, pues, camino de Damasco, y cuando ya estaba cerca de la ciudad, hacia el mediodía, de repente brilló a mi alrededor una luz cegadora venida del cielo; caí al suelo, y oí una voz que me decía:
    «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
    Yo respondí:
    «¿Quién eres, Señor?»
    Me contestó:
    «Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues».
    Los que venían conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba.
    Yo pregunté:
    «¿Qué debo hacer, Señor?»
    El Señor me respondió:
    «Levántate y vete a Damasco; allí te dirán lo que debes hacer».
    Como no veía nada, debido al resplandor de aquella luz, entré en Damasco de la mano de mis compañeros. Un cierto Ananías, varón piadoso según la ley y muy respetado por todos los judíos que allí vivían, vino a verme y me dijo:
    «Hermano, Saulo, recobra la vista».
    Y en aquel mismo instante recobré la vista y vi a Ananías. El añadió:
    «El Dios de nuestros antepasados te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que veas al Justo y oigas su voz. Porque serás testigo suyo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. No pierdas tiempo, ahora; levántate, recibe el bautismo, y purifícate de tus pecados invocando su nombre».
  • Salmo Responsorial: 116
    "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio."
    Que alaben al Señor todos los pueblos, que todas las naciones lo festejen.
    R. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.

    Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre.
    R. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
  • Evangelio: Marcos 16, 15-18
    "Vayan al mundo y proclamen el Evangelio"
    En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once, y les dijo:
    «Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda criatura. El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará. A los que crean, les acompañarán estas señales: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán en lenguas nuevas, cogerán serpientes con sus manos, y, aunque beban un veneno, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos sanarán».

lunes, 24 de enero de 2011

Palabra de Dios del Lunes 24 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 3ra. Semana del Salterio
Color: Blanco
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Hebreos 9, 15. 24-28
    "Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos; se manifestará por segunda vez para dar la salvación a los que lo esperan"
    Hermanos: Cristo es el mediador de la alianza nueva, pues él ha borrado con su muerte las transgresiones de la antigua alianza, para que los elegidos reciban la herencia eterna que se les había prometido.
    Por eso Cristo no entró en un santuario construido por hombres –que no pasa de ser simple imagen del verdadero–, sino en el mismo cielo, a fin de presentarse ahora ante Dios para interceder por nosotros. Tampoco tuvo que ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote, que entra en el santuario una vez al año con sangre ajena. De lo contrario, debería haber padecido muchas veces desde la creación del mundo, siendo así que le bastó con manifestarse una sola vez, en este tiempo final, para destruir el pecado con su sacrificio.
    Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, después de lo cual vendrá un juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para tomar sobre sí los pecados de la multitud, y por segunda vez aparecerá, ya sin relación con el pecado, para dar la salvación a los que lo esperan.
  • Salmo Responsorial: 97
    "Canten al Señor un canto nuevo."
    Canten al Señor un canto nuevo, porque ha hecho maravillas; su mano le ha dado la victoria, su santo brazo.
    R. Canten al Señor un canto nuevo.

    El Señor hace pública su victoria, a la vista de las naciones muestra su salvación: ha recordado su amor y su fidelidad en favor de Israel.
    R. Canten al Señor un canto nuevo.

    Toda la tierra ha visto la victoria de nuestro Dios. ¡Aclamen al Señor, habitantes de toda la tierra, estallen de gozo, griten de alegría, canten!
    R. Canten al Señor un canto nuevo.

    Canten al Señor con la cítara, con la cítara y los demás instrumentos; al son de trompetas y clarines, aclamen al Señor, que es rey.
    R. Canten al Señor un canto nuevo.
  • Evangelio: Marcos 3, 22-30
    "Satanás ha sido derrotado"
    En aquel tiempo, unos escribas de Jerusalén decían acerca de Jesús:
    «Tiene dentro a Belzebú».
    Y añadían:
    «Con el poder del príncipe de los demonios expulsa a los demonios».
    Jesús los llamó y les propuso estas comparaciones:
    «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede permanecer. Si una familia está divida contra sí misma, esa familia no puede permanecer. Si Satanás se ha rebelado contra sí mismo y está divido, no puede permanecer sino que está llegando a su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no ata al fuerte; sólo entonces podrá saquear su casa.
    Les aseguro que todo se les podrá perdonar a los hombres, los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás; será considerado culpable para siempre».
    Decía eso porque lo acusaban de estar poseído de un espíritu inmundo.

domingo, 23 de enero de 2011

Palabra de Dios del Domingo 23 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 3ra. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Isaías 8,23b-9,3
    "En Galilea de los paganos, el pueblo vio una luz grande"
    Como el tiempo primero ultrajó a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí, así el postrero honró el camino del mar, allende el Jordán, el distrito de los gentiles.
    El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos.
    Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín.
    Porque el yugo que les pesaba y la barra que oprimía sus hombros, la vara de su tirano, has roto, como el día de Madián.

  • Salmo Responsorial: 26
    "El Señor es mi luz y mi salvación."
    El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?
    R. El Señor es mi luz y mi salvación.

    Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón me dice que te busque y buscándote estoy.
    R. El Señor es mi luz y mi salvación.

    No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio; no me abandones ni me dejes solo, Dios y salvador mío.
    R. El Señor es mi luz y mi salvación.

    La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía.
    R. El Señor es mi luz y mi salvación.
  • Segunda Lectura: I Corintios 1, 10-13.17
    "Que no haya divisiones entre ustedes"
    Hermanos: Los exhorto en nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que vivan en concordia para que no haya divisiones entre ustedes. Estén perfectamente unidos en un mismo sentir y pensar.
    Hermanos, me he enterado por algunos servidores de Cloe de que hay discordias entre ustedes. Les digo esto, porque andan divididos diciendo:
    «Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro, yo soy de Cristo».
    ¿Acaso Cristo está dividido? ¿Es que Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O han sido bautizados en nombre de Pablo? No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.
  • Evangelio: Mateo 4, 12-23
    "Fue a Cafarnaún para que se cumpliese la profecía de Isaías"
    Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se fue a Cafarnaún, junto al lago, en territorio de Sabulón y Neftalí; para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
    “Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; a los que vivían en tierra de sombras una luz les resplandeció.
    Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo”:
    «Conviértanse, porque está cerca el Reino de los cielos».
    Pasando junto al lago de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado después Pedro, y a Andrés, los cuales estaban echando las redes en el lago, porque eran pescadores. Jesús les dijo:
    «Síganme y los haré pescadores de hombres».
    Inmediatamente dejaron las redes y le siguieron. Pasando más adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca remendando las redes. Jesús los llamó también. Dejaron enseguida la barca y a su padre y lo siguieron.
    Recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios, curando de toda enfermedad y dolencia a la gente.

sábado, 22 de enero de 2011

Palabra de Dios del Sábado 22 de Enero del 2011

Liturgia de las Horas: 2da. Semana del Salterio
Color: Verde
Santoral

Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Hebreos 9, 2-3.6-7.11-14
    "Con su propia sangre, Cristo entró para siempre en el santuario"
    Hermanos: La tienda tenía un primer recinto llamado «el lugar santo» en el que se encontraban el candelabro, la mesa y los panes de la ofrenda. Detrás del segundo velo estaba el recinto llamado «el lugar santísimo».
    Dispuestas así las cosas, en la primera parte de la tienda entran en todo tiempo los sacerdotes para celebrar el culto. Pero en la segunda parte no entra más que el sumo sacerdote, una vez al año, llevando siempre sangre que ofrece por sus pecados y por los pecados involuntarios del pueblo.
    Cristo, en cambio, ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Por medio de una tienda más grande y más perfecta, no hecha por hombres, –es decir, no es de este mundo–, mediante su propia sangre y no por medio de la sangre de chivos y de toros, Cristo entró de una vez para siempre en el santuario
    habiendo conseguido una redención eterna.
    Porque, si la sangre de chivos y toros y las cenizas de una ternera con las que se rocía a las personas en estado de impureza, tienen poder para restaurar la pureza exterior, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo a Dios como víctima perfecta, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte para que podamos dar culto al Dios vivo!
  • Salmo Responsorial: 46
    "Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono."
    Todos los pueblos, aplaudan: aclamen a Dios con gritos de alegría: porque el Señor es grande y temible, es el rey de toda la tierra.
    R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono.

    Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al sonido de las trompetas. Toquen para Dios, toquen; toquen para nuestro rey, toquen.
    R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono.

    Porque Dios es el rey de toda la tierra: toquen con destreza. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su santo trono.
    R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono.
  • Evangelio: Marcos 3, 20-21
    "Sus parientes decían que estaba trastornado"
    En aquel tiempo, Jesús regresó a casa con sus discípulos, y acudió tanta gente, que no podían ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron para llevárselo, pues decían que estaba trastornado.